La Catedral de Sal de Zipaquirá es la primera maravilla de Colombia y la principal fuente de sal del mundo. Utilizada desde épocas prehispánicas por los muiscas, ha sido protagonista de la historia de Colombia, pues tanto indígenas como españoles y criollos han tenido una fuerte relación con el lugar.

Esta gran acumulación de sal se formó debido a la presencia de un antiguo mar hace 70 millones de años que al secarse dejó este rastro. Los muiscas extraían la sal de las fuentes de agua que se vertían desde el interior, acumulándola en gachas donde se efectuaba el proceso de evaporación.

Durante la Conquista, las minas fueron tomadas por los españoles, declarando a Zipaquirá “Ciudad de Blancos”. Después, hace 200 años, las minas financiaron gran parte de las campañas libertadoras. Posteriormente, en los años cincuenta, se construyó una pequeña capilla para que los mineros pudieran hacer sus oraciones antes de iniciar sus labores, pues la minería siempre ha sido una actividad de riesgo. Ésta comenzó a ser visitada por turistas y se amplió hasta convertirse en una catedral. Sin embargo, tuvo que cerrar sus puertas debido a la inestabilidad de la mina. Así, en 1995, se construyó la Nueva Catedral de Sal de Zipaquirá en el lugar actual convirtiéndose en uno de los principales atractivos turísticos de Colombia.