Templo Doctrinero
En 1537, Fray Bartolomé de las Casas, Capellán de las tropas españolas de Gonzalo Jiménez de quesada, daría la primera misa en Suesca en 1537 en un altar improvisado para tal fin. La Iglesia Nuestra Señora del Rosario es uno de los primeros templos doctrineros construidos en el actual territorio colombiano. Edificada en 1601 por órdenes de Luis Enríquez quien fuera el fundador oficial del pueblo.
Templo Doctrinero
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Descripción
A la llegada de los españoles a la sabana de Bogotá, los indígenas vivían dispersos en el paisaje y en pequeñas aldeas gobernadas por una muy compleja y jerárquica organización social de caciques, jeques y capitanes mayores y menores (Gamboa, 2013). Entre 1574 y 1575, la Real Audiencia decide “juntar” a los indígenas en “pueblos españoles” para facilitar el adoctrinamiento de los nativos del continente americano. Es así como, en 1618, se ordena la construcción masiva de iglesias hasta en los más recónditos lugares, lo que era una tentación para los votos de pobreza de los clérigos encargados de impartir la nueva religión (Almansa, s.f.).
Por orden del rey de España, todos los encomenderos del Nuevo Reino debían tener dentro de su personal un clérigo que adoctrinara a los indígenas en la religión católica. Es así como distintas órdenes como dominicos y franciscanos inician, en 1550, la tarea evangelizadora, luego los agustinos, en 1575, y tardíamente los jesuitas. Este adoctrinamiento se inicia en el Altiplano Cundiboyacense y no tardó en expandirse por toda Suramérica, llegando hasta los pueblos indígenas más apartados, donde tuvieron una acérrima resistencia indígena (Almansa, s.f.).
Así pues, la Iglesia de Suesca fue el primer templo doctrinero que se construyó en la Sabana de Bogotá y posiblemente en el país. Data del año 1601, lo que se evidencia en el contrato para su construcción. El templo doctrinero original ha sufrido algunas modificaciones importantes con el paso del tiempo. En 1834 tuvo una remodelación y la espadaña fue cambiada por la actual torre. No obstante, se encuentran conservados algunos elementos de la época, como es el altar mayor, elaborado con las técnicas artesanales de la época colonial, y la efigie de Santo Domingo Guzmán. En 1996, en un proceso de restauración, fueron encontrados murales en las paredes del templo (Almansa, s.f.) en los que se destacan las figuras de Santiago el Mayor y otros santos, que definen el origen dominico de la construcción (Ferro, Lamilla, Santos , Guaqueta, & Figueiras, 2015)
Ubicados en el Parque Principal, Diagonal a la Casa de la Cultura
Suesca -Cundinamarca
NIT 900976858
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Descripción
A la llegada de los españoles a la sabana de Bogotá, los indígenas vivían dispersos en el paisaje y en pequeñas aldeas gobernadas por una muy compleja y jerárquica organización social de caciques, jeques y capitanes mayores y menores (Gamboa, 2013). Entre 1574 y 1575, la Real Audiencia decide “juntar” a los indígenas en “pueblos españoles” para facilitar el adoctrinamiento de los nativos del continente americano. Es así como, en 1618, se ordena la construcción masiva de iglesias hasta en los más recónditos lugares, lo que era una tentación para los votos de pobreza de los clérigos encargados de impartir la nueva religión (Almansa, s.f.).
Por orden del rey de España, todos los encomenderos del Nuevo Reino debían tener dentro de su personal un clérigo que adoctrinara a los indígenas en la religión católica. Es así como distintas órdenes como dominicos y franciscanos inician, en 1550, la tarea evangelizadora, luego los agustinos, en 1575, y tardíamente los jesuitas. Este adoctrinamiento se inicia en el Altiplano Cundiboyacense y no tardó en expandirse por toda Suramérica, llegando hasta los pueblos indígenas más apartados, donde tuvieron una acérrima resistencia indígena (Almansa, s.f.).
Así pues, la Iglesia de Suesca fue el primer templo doctrinero que se construyó en la Sabana de Bogotá y posiblemente en el país. Data del año 1601, lo que se evidencia en el contrato para su construcción. El templo doctrinero original ha sufrido algunas modificaciones importantes con el paso del tiempo. En 1834 tuvo una remodelación y la espadaña fue cambiada por la actual torre. No obstante, se encuentran conservados algunos elementos de la época, como es el altar mayor, elaborado con las técnicas artesanales de la época colonial, y la efigie de Santo Domingo Guzmán. En 1996, en un proceso de restauración, fueron encontrados murales en las paredes del templo (Almansa, s.f.) en los que se destacan las figuras de Santiago el Mayor y otros santos, que definen el origen dominico de la construcción (Ferro, Lamilla, Santos , Guaqueta, & Figueiras, 2015)
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