Se dice que las Capillas de Siecha fueron un importante conjunto y templo doctrinero, fundado por frailes dominicos en el siglo XVII. Surgió de la necesidad de la comunidad de los religiosos de tener un centro de conversión de los muiscas al catolicismo y así servir de avanzada para facilitar la conquista de los pueblos indígenas. En épocas de la conquista la iglesia contaba con tres naves, la casa cural adosada y un convento anexo. En la actualidad sólo existe una de las naves y las ruinas del convento de San Jacinto, las cuales se encuentran en la zona oriental de la capilla.
Sin embargo, investigaciones recientes aclararon que la iglesia no perteneció a los padres dominicos y el lugar no fue utilizado como centro doctrinero, sino que más bien correspondía a la construcción que hicieran los dueños de la Hacienda Siecha, que se extendía desde Choachí hasta Guasca. Las ruinas corresponden a una casa que fue habitada y luego abandonada por personas de la región, momento en el que se acentúa su deterioro.
Así pues, después de que se decidiera implementar en la región proyectos mineros para la extracción de grava, se acentúa no sólo el deterioro de la iglesia sino también del paisaje, la cultura y la biodiversidad, razón por la cual se crea ASOSIECHA, corporación dedicada a la conservación del patrimonio de Guasca, quienes compran el predio e inician estudios para su restauración y logran parar el proceso de minería que se daba en el territorio.
El lugar tiene en conservación ecosistemas nativos de los cerros orientales de Bogotá y el nacimiento de la Quebrada Torca. El objetivo principal del parque es hacer que los visitantes tomen conciencia y comprendan la importancia de cuidar el medio ambiente y sus recursos naturales, en especial el agua. Con este fin, se ofrece al visitante caminatas, charlas ecológicas y actividades de relajación por senderos naturales de gran belleza.
Sus prístinos bosques andinos, hogar de muchas aves, el páramo, las quebradas, los hermosos paisajes típicos de los cerros orientales de Bogotá se mostrarán en su forma original, inmutables en el recorrer del tiempo, y nos transportarán a épocas antiguas, anteriores incluso al Período Muisca.
Ubicados en el Parque Principal, Diagonal a la Casa de la Cultura
Suesca -Cundinamarca
NIT 900976858
Se dice que las Capillas de Siecha fueron un importante conjunto y templo doctrinero, fundado por frailes dominicos en el siglo XVII. Surgió de la necesidad de la comunidad de los religiosos de tener un centro de conversión de los muiscas al catolicismo y así servir de avanzada para facilitar la conquista de los pueblos indígenas. En épocas de la conquista la iglesia contaba con tres naves, la casa cural adosada y un convento anexo. En la actualidad sólo existe una de las naves y las ruinas del convento de San Jacinto, las cuales se encuentran en la zona oriental de la capilla.
Sin embargo, investigaciones recientes aclararon que la iglesia no perteneció a los padres dominicos y el lugar no fue utilizado como centro doctrinero, sino que más bien correspondía a la construcción que hicieran los dueños de la Hacienda Siecha, que se extendía desde Choachí hasta Guasca. Las ruinas corresponden a una casa que fue habitada y luego abandonada por personas de la región, momento en el que se acentúa su deterioro.
Así pues, después de que se decidiera implementar en la región proyectos mineros para la extracción de grava, se acentúa no sólo el deterioro de la iglesia sino también del paisaje, la cultura y la biodiversidad, razón por la cual se crea ASOSIECHA, corporación dedicada a la conservación del patrimonio de Guasca, quienes compran el predio e inician estudios para su restauración y logran parar el proceso de minería que se daba en el territorio.
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