Resguardo Indígena de Fonquetá y Cerca de Piedra

El Resguardo Indígena de Fonquetá y Cerca de Piedra, al igual que el cabildo de Sesquilé y el resguardo de Cota, son piezas fundamentales en la reconstrucción y resignificación del territorio Muisca, pues en estos espacios se teje, literalmente, comunidad y se construyen realidades alternativas en las que el trueque, lo sagrado y la mitología resurgen del pasado desde las entrañas de la Tierra.

El resguardo pertenece a los muiscas de Chía desde épocas coloniales ya que en el Cerro de la Balvanera se encontraba la fuente sagrada de Tiquiza, era en este lugar donde se formaban los elegidos para ejercer como el Zipa. En la actualidad en el resguardo indígena de Chía se puede encontrar la Casa de la Mujer o Templo de la luna, que tiene como objetivo dar conocimiento a otras mujeres tanto de la comunidad muisca como de otras comunidades indígenas del país.

Paradójicamente, en los predios pertenecientes al resguardo se encuentra la Iglesia de la Balvanera.  El 6 de enero de 1937, día de la Adoración de los Magos, fue el día que se bendijo la primera piedra consagrada en el templo de la Virgen de la Balvanera y se inicia su construcción. Esta capilla cuenta con una sorprendente vista de gran parte de la sabana de Bogotá y Zipaquirá. Para su acceso, el visitante dispone de una vía secundaria para vehículos y unas escalinatas en piedra que suben por un costado de la población, hasta llegar a la entrada de la Iglesia.

circuitomuisca@gmail.com

Un proyecto de Michel Estefan Agudelo Con el Apoyo de Politecnico Intenacional

Chía

Significado del Nombre: Luna.
Fundación Española: 1537
Distancia de Bogotá: 23 km

Chía es uno de los pueblos que, junto a Cucunubá y Sesquilé, aún conservan la tradición de los tejidos muiscas. Las mujeres, empleando telares antiguos y modernos, elaboran auténticas obras de arte en lana que sorprenderán a los visitantes nacionales y extranjeros. En la actualidad, el huso aborigen sigue siendo usado por las campesinas hilanderas para la creación de los hilos de la lana que desde la antigüedad tejieron mantas, mochilas y vestidos.

La diosa Chía fue una de las principales divinidades de los muiscas, y fue en este municipio en donde se celebraban con mayor pasión sus fiestas. Aquí se encontraba un antiguo templo llamado La Cuca , el cual era una cueva usada como seminario para la formación de sacerdotes y del futuro Zipaque, proceso que podía durar hasta 7 años. Cuando el futuro gobernante ya había cumplido con su preparación, era llevado a la fuente sagrada de Tíquiza , sobre una serranía que se encuentra en los límites con Tabio. Era entonces cuando se le ungía solemnemente y le imponían las insignias reales, quedando consagrado como nuevo Cacique de Chía.

En 1923, en la Hacienda El Rincón , fue hallado un anfiteatro formado íntegramente por piedras lisas en las que podían distinguirse petroglifos indígenas, por lo que se le dio el nombre de Piedra de los Sacrificios. Muy cerca de allí, también se halló una laguna  subterránea que, según las interpretaciones de los historiadores, estaba representada de manera gráfica en las piedras del anfiteatro.

Desafortunadamente, con la llegada de los españoles y con ellos la de la iglesia católica y su misión de adoctrinamiento a mediados del siglo XVI, se impone en el municipio el régimen de la Encomienda y la evangelización, lo cual hizo que los indígenas perdieran sus tierras, sus creencias, costumbres e idioma. Toda su cultura fue desmantelada y escondida tras el velo del olvido y el peso de las catedrales.

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